Ha llegado ya el triste otoño, esa estación en la que se empieza a ir el calor, los días se acortan y la rutina llama a nuestra casas, los arboles se despojan de sus hojas marchitas y quedan desnudos, esperando el frió invierno. Una estación melancólica, que nos hace recordar la temporada estival aún reciente. Ya nadie exhibe su cuerpo, lo recubren de telas. Llegan las primeras lluvias, las primeras bajadas de temperatura, y los paisajes se llenan de paraguas. En las calles se ven escolares que van y vuelven de la escuela. Por las vías,la circulación se condensa. Triste y melancólico es el otoño.
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