La vida es como una piscina a la que hay que lanzarse sin miedo, en la que normalmente tu instinto de supervivencia te hace salir a flote. Las piscinas también son sitios de convivencia, donde hay que respetar a los que están alrededor tuyo, son sitios donde podemos practicar nuestro civismo, son lugares en donde podemos observar cosas bellas y otras no tan bellas. Si nos fijamos con detalle, observaremos que las personas que se comportan de una determinada manera en la piscina, se comportan igual el resto del tiempo en su vida. Siempre esta el que se tira en bomba y te deja salpicado de agua, o se te cae encima tuyo si estas dentro de lo piscina. El que le gusta hacer un montón de largos para luego presumir de ellos. El que no se atreve a hacer más que el ancho de la piscina. El que solo va a tomar el sol, sin plantearse meterse al agua. Un microhabitat representativo de la vida en general.
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