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jueves, 3 de octubre de 2013
04 octubre Día Mundial de la Donación de Órganos y del Trasplante
A pesar de la importancia que debería tener este día, he estado buscando por Internet referencias sobre él y la verdad no he encontrado nada, así que mejor os dejo una breve historia sobre los primeros trasplantes, que comienzan allá por el año 1930.
En el año 1933, el cirujano ruso Voronoy realizó el primer trasplante renal a una joven en coma urémico a partir de un hombre de 60 años. Los riñones trasplantados funcionaron precariamente durante los dos primeros días; entonces, le sobrevino la muerte a la paciente.
Voronoy comunicó en 1949 otros cinco trasplantes de riñón de cadáver conservado realizados sin éxito alguno.
El primer trasplante renal entre humanos con resultado de supervivencia del receptor tuvo lugar en Boston en 1947. A una joven en coma profundo por uremia, en anuria desde hacía diez días tras shock séptico secundario a un aborto complicado, se le trasplantó el riñón de un cadáver. El implante se practicó a nivel del pliegue del codo, y se mantenía caliente con el foco de una lámpara. El riñón secretó orina el primer día, y dejó de funcionar al segundo día. Dos días después, se reanudó la diuresis natural y se producía la curación.
En 1950 en Chicago, se realizó en EE.UU. el primer trasplante renal con implantación intraabdominal a una mujer afectada de poliquistosis renal y con función precaria a la que se le extrajo uno de sus riñones poliquísticos y se le sustituyó por el riñón de un cadáver. A los dos meses se comprobó que el riñón tenía función.
A partir de 1950, diferentes equipos europeos y americanos procedieron con el trasplante renal en humanos procedentes de cadáveres humanos..... En 1954 se realizó el primer trasplante renal con éxito total al trasplantar un riñón entre gemelos univitelinos.
Ronald Herrick no tuvo ninguna duda. La salud de su hermano gemelo, Richard, que a los 23 años se estaba muriendo de una nefritis crónica, era lo primero. Por eso, cuando supo que si le donaba un riñón podía salvarle la vida, no lo pensó dos veces.
Pero había un problema: nunca antes se había realizado con eficacia un trasplante de este tipo. Pese al riesgo que entrañaba la operación, el doctor Joseph Murray asumió el reto y los tres hombres se convirtieron en los protagonistas del primer trasplante de riñón de la historia.
Fue el 23 de diciembre de 1954, hace justo 50 años, cuando en el hospital Peter Bent Brigham de Boston (Estados Unidos) –en la actualidad el hospital de Mujeres Brigham- el doctor Murray escribía una de las páginas más importantes para el futuro de la Medicina al trasplantar con éxito un riñón a Richard Herrick.
Por esta hazaña, Joseph Murray recibió en 1990 el Premio Nobel de Medicina, pero la historia no es tan bonita como parece, ya que antes de que le llegara el reconocimiento tuvo que hacer frente a muchas dificultades.
Hasta esa fecha, ningún médico había conseguido realizar un trasplante con eficacia y los esfuerzos de los especialistas se centraban en encontrar una manera eficaz evitar el rechazo del injerto. Con este panorama, cuando Ronald Herrick le sugirió al doctor Murray la posibilidad de donarle un riñón a su hermano, el médico le dijo que era imposible. Pero después pensó que si Ronald y Richard eran gemelos idénticos podían disminuir las probabilidades de que éste último rechazara el riñón.
La reflexión de Joseph Murray no fue fruto del azar. El doctor llevaba dos años estudiando este tipo de operaciones y había desarrollado una técnica quirúrgica de trasplantes en perros. En sus ensayos, Murray había observado que un riñón trasplantado de un perro a otro perro podía funcionar. El caso de los gemelos le daba la oportunidad de probar sus teorías con humanos. Pero esta posibilidad era arriesgada y requería prepararla muy bien.
Durante la década de los cincuenta se avanzó en la investigación inmunológica, siendo en 1958, en Boston, donde se realizó un trasplante utilizando dosis de inmunosupresores. El riñón sobrevivió pero la paciente murió a causa de las infecciones provocadas por la inmunosupresión.... En 1963, Guy Alexandre en Lovaina (Bruselas) realizó el primer trasplante renal a partir de un cadáver en situación de "muerte cerebral" y con corazón latiente. El receptor falleció un mes más tarde por una septicemia.
En 1964 realizó el segundo trasplante renal de estas características, el riñón funcionó durante más de seis años. Ese mismo año Hamburguer en París realizó el segundo trasplante renal con donante cadáver en "muerte cerebral".
Veintiséis años más tarde, el riñón trasplantado garantiza una vida completamente normal a su receptor....
En 1963 Tomás Starzl realizó el primer trasplante de hígado entre humanos. A un niño de tres años afecto de atresia biliar que se encontraba en un estado fisiológico desastroso le trasplantó el hígado de otro niño fallecido de un tumor cerebral. Cinco horas de supervivencia.
En el mismo año, dos meses más tarde, practicó su segundo trasplante hepático, esta vez entre adultos. El receptor, un varón de 48 años de edad afecto de un glioma primario de cerebro. El trasplante fue un éxito, el receptor murió 22 días más tarde de una embolia pulmonar...
En 1967 en Ciudad del Cabo, Chritiaan Barnard realizó el primer trasplante cardíaco en el ser humano. La donante, una joven con politraumatismos tras un atropello, presentaba lesiones cerebrales muy graves con actividad cerebral mínima al ingreso. Barnard solicitó la donación del corazón al padre de la víctima. Después de unos minutos de reflexión, el padre de la víctima respondió a Barnard:"si ya no existe esperanza para mi hija, intente salvar a ese hombre". El receptor fue un varón de 54 años tenía una miocardiopatía isquémica en estado terminal. Se instalaron donante y receptor, respectivamente, en dos quirófanos adyacentes. Cuando cesó toda actividad cardíaca en el electrocardiograma del donante y se comprobó la ausencia de respiración espontánea y de todos los reflejos durante siete minutos, se declaró muerta a la donante y se procedió a la extracción cardíaca. El injerto se implantó y funcionó, y cuando se cerró el tórax las constantes vitales del receptor eran correctas. A los diez días el receptor caminaba por la habitación. Una neumonía bilateral provocará su muerte cuatro días más tarde.
Un mes más tarde, Barnard realizó su segundo trasplante cardíaco. El receptor vivió diecinueve meses y medio.
Para saber más: Donación y Trasplantes de Órganos y Tejidos
El mundo salud-medicina
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