A estas alturas, hay quien confunde deliberadamente las intervenciones que se están haciendo en Libia, con las que se hicieron en Irak. Tanto Sadam Hussein, como Mohamed Gadafi, son dos dictadores fundamentalistas, en eso estamos de acuerdo.
Pero una cosa es intervenir, sin más motivo, que la creencia de que guardan armas nucleares, las cuales nunca aparecieron. Y otra muy distinta, es con la intención de evitar un genocidio, aunque para ello llegan bastante tarde, y lo que es peor, todavía no es tan de acuerdo en la forma de hacerlo.
Las formas y maneras, son diferentes, y el fin puede que sea el mismo, el petróleo. Más o menos ya se sabe como va acabar esto, como cualquier largometraje bélico americano, ganando los aliados. Pero a costa del dinero del ciudadano de pie, que ya esta empezando a pagar la escasez de petróleo, y a esto hay que sumarle todo lo que conlleva el gasto del despliegue bélico.
Mientras tanto, en otra parte del planeta, se esta produciendo uno de los mayores desastres nucleares de la historia. Donde la gente a parte de perder a sus familiares y sus hogares, ahora corren el riesgo de contaminarse de radioactividad.
Aquí en España, sin ir más lejos, nos encontramos ante otro problema, que digo otro si es el de siempre, la economía, con un debate en cuestión: las hipotecas. El debate es el siguiente, ¿debería ser bastante entregar la vivienda hipotecada a los bancos, para saldar la deuda en caso de no poder hacer frente a las cuotas? Mi respuesta como ciudadano de pie con una hipoteca, esta claro que es sí.
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