Indignado, cabreado, mosqueado con la sociedad valenciana, tan ciegos estamos que no vemos como nos roban en nuestras propias narices, o es que somos tan tontos que dejamos que nos roben y encima les animamos a que lo sigan haciendo cuatro años más.
Quizás hayamos perdido el sentido auditivo por culpa de tanta mascletá, o por culpa del ruido de los motores de la formula uno, quizás entre tanto monumento fallero, y tanta velero, no seamos capaces de ver bien a los chorizos que pululan con "traje" y corbata por nuestra ciudad.
¿Como puede ser que no nos demos cuenta, de que esta ciudad es una de las mas endeudadas de este país, y una de las que mayores tasa de paro tiene?
En una comunidad, en la que no se conceden las ayudas de dependencía, que muchos alumnos estudian en barracones, que hasta el propio patrimonio esta privatizado, que huele a corrupción por donde vayas, alguien digo yo que debe haberse dado cuenta.
Cierto es, que la oposición ha sido nula, casi inexisente, una oposición acomodada en los sillones de sus despachos, con su gobierno central arrastrando la peor crisis de la historia, y que a ellos les ha tocado pagar toda la vajilla rota.
Solo me cabe esperar que la gente al dar su voto se haya preguntado lo siguiente: ¿Que prefiero que me roben o que me quiten la comida?
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