Eranse dos hombres, uno de ellos estaba disfrutando en su hamaca del sol y la brisa marina, el otro se estaba ahogando y pidiendo auxilio. El primero al ver alterada su tranquilidad por el segundo, reclamo auxilio también. Inmediatamente después llegaron los represantes de la ley y el orden, realizaron su trabajo como mejor sabían hacerlo y dieron solución al problema. El primer hombre pudo seguir disfrutando de su hamaca, del sol y de la brisa marina. El segundo jamas volvió a pedir auxilio.
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